El presente trabajo muestra
a los lectores información básica respecto a la hepatozoonosis canina, que es una enfermedad causada por un protozoo
llamado Hepatozoon canis, que se transmite por garrapatas del género
Rhipicephalus sanguineus con transmisión transestadial. Parásita macrófagos y
células endoteliales de tejidos corporales tras su entrada por vía intestinal
después de la ingesta de una garrapata contaminada con ooquistes de Hepatozoon.
La patogenia de esta enfermedad es compleja y hasta el momento poco clara.
Parece ser que para manifestarse es necesaria la presencia simultánea de otra
infección o estados de inmunosupresión. Esta enfermedad afecta a perros de
todas las edades y sexos ocasionando graves problemas de salud en el animal.
INTRODUCCION
La hepatozoonosis canina es una
enfermedad producida por un protozoo parásito sanguíneo, Hepatozoon canis
(lames 1905).
Taxonómicamente el Hepatozoon canis
se clasifica como:
Phylum:
|
Apicomplexa
|
Clase:
|
Sporozoea
|
Subclase:
|
Coccidia
|
Familia
|
Haemogregarinidae
|
Género:
|
Hepatozoon
|
El Hepatozoon canis
es un parásito coccidio que afecta a los perros tras la ingestión de garrapatas
de la especie Rhipicephalus sanguineus que contienen esporozoitos en su
hemocele. El ciclo parasitario es complejo. Los esporozoitos se liberan en el
intestino y penetran la pared intestinal transportándose por sangre o linfa
hasta las células mononucleares y células
endoteliales donde se desarrollan como macroesquizontes. Posteriormente, se
liberan merozoitos que entran en las células del hígado, músculo esquelético y
órganos del sistema monocítico-fagocítico donde se multiplican y se liberan
merozoitos maduros, parasitando los neutrófilos y monocitos debido a que se
produce una respuesta inflamatoria granulomatosa. En el interior de estas
células evolucionan a gametocitos que tras ser ingeridas por una garrapata el
ciclo se inicia de nuevo. (Fraile, A. 2014)
Es difícil discernir cuáles son los
síntomas clínicos de la hepatozoonosis y cuáles los de las otras enfermedades
asociadas. Algunos autores en África consideran al Hepatozoon canis como
asintomático y a veces se diagnostica su presencia de forma fortuita.
La fiebre persistente e intermitente
y la pérdida de peso son los síntomas que con mayor frecuencia aparecen. Otros
síntomas son la diarrea, anorexia, abatimiento, dolor generalizado, paresis o
parálisis lumbar y supuración oculonasal. El dolor generalizado provoca que los
perros algunas veces sean incapaces de desplazarse y se quejan a la mínima
manipulación. Esta hiperestesia puede ser debida a las reacciones periósticas o
a la inflamación muscular.
Esta enfermedad presenta una
evolución de tipo cí- clico. El perro puede presentar episodios de aparente
remisión sin tratamiento alguno, pero posteriormente vuelven a aparecer
períodos de recaída clínica sin causa aparente.
El diagnóstico se
establece a partir de la observación de los gametocitos en los neutrófilos o
monocitos (o la huella que dejan al salir de las células a causa del cambio de
temperatura tras la extracción de la sangre). Los gametocitos se pueden
observar en la sangre a partir del día 28 post-infección. Se prefiere el examen
microscópico de la capa leucocitaria al frotis de sangre convencional, ya que
presenta una mayor sensibilidad diagnóstica. Las pruebas de elección para
aquellos casos sospechosos, pero que no presentan carga parasitaria en la
sangre es la biopsia de músculo o hígado, y/o la realización de PCR a partir de
sangre; técnica ésta última que presenta mayor sensibilidad diagnóstica que la
evaluación microscópica de la capa leucocitaria. (Fraile, A. 2014)
ANAMNESIS
Los motivos de consulta varían en
cada animal infectado por esta enfermedad. Generalmente los motivos de consulta
son por pérdida de apetito, decaimiento, postración, caquexia, vómito, diarrea
con sangre. Al examen clínico se observa generalmente pelaje opaco e hirsuto,
paciente decaído con o sin ectoparásitos y deshidratados.
LISTA DE PROBLEMA:
Ø descarga
oculonasal,
Ø mialgias
con trastornos de locomoción,
Ø linfoadenomegalia
severa a las 3 semanas,
Ø síntomas
entéricos sanguinolentos durante días o semanas,
Ø anorexia,
Ø pérdida de
peso,
Ø emaciación,
Ø caquexia,
Ø pápulas
dérmicas,
Ø proceso
febril persiste hasta por 24 semanas,
Ø afección
ganglionar,
Ø letargia,
Ø rigidez
cervical,
Ø parálisis
lumbar,
Ø adenopatías.
DIAGNÓSTICO
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES:
Ø Ehrlichia
Ø Pioderma
Ø Distemper
Ø Gastroenteritis
DIFERENTES PRUEBAS DE LABORATORIO
PARA EL DIAGNÓSTICO, CON EL FIN DE DISTINGUIR EL DIAGNÓSTICO FINAL:
Ø Hemograma
Ø Extendido
sanguíneo
Ø Química
sanguínea
Ø Biopsia
ganglionar
DIAGNÓSTICO
FINAL:
El diagnostico final se da con la
observación directa en el extendido sanguíneo, de neutrófilos y/o monocitos
parasitados con los gametocitos del Hepatozoon canis, este puede ser coloreado
con Wright, Giemsa, Hemacolor, Diff-Quik, donde los gametocitos adoptan una
coloración azul brillante, de forma alargada, rectangulares. (Dr. Leonardo, Sepiurka & Dr. Sebastián A).
Cabe resaltar que es difícil llegar
al diagnóstico en animales con infección crónica por medio del extendido
sanguíneo visto en el microscopio a 100x; porque las células afectadas pueden
ser sólo una o dos por cada 1000 leucocitos, por lo tanto el examen del frotis
debe realizarse en forma meticulosa para lograr hallarlas.
INTERPRETACIÓN Y ANALISIS DE RESULTADOS
Ø Hemograma: se determina un
diagnóstico presuntivo con la presencia de leucocitosis y neutrofilia extrema con
desviación a la izquierda, ocasionada por altos niveles de parasitemia, esto se
ve reflejando en la presencia abundante de merontes en los tejidos, que llevan
al organismo a exigir mayor cantidad de nutrientes que nos lleva a que se
presente la caquexia y debilitamiento del paciente. En algunos perros se
detecta eosinofilia marcada y anemia regenerativa, además de trombocitopenia
debido a la inflamación que se presenta en muchos casos.
Ø Extendido sanguíneo: el diagnóstico se establece a partir de la observación directa de los
gametocitos (tienen forma lobulada) ubicados en el citoplasma de los
neutrófilos y en menor medida en el de los monocitos (o la huella que dejan al
salir de las células a causa del cambio de temperatura tras la extracción de la
sangre).
Ø Química sanguínea: se puede
encontrar hipoalbuminemia, hipoglucemia, proteinuria e incremento de las
actividades de la fosfatasa alcalina y creatinina quinasa LDH, CPK y AST, estos
signos pueden ocurrir dentro de un año o en varios años.
Ø Biopsia ganglionar: se hallan
en muchas ocasiones quistes con microesquizontes en desarrollo.
TRATAMIENTO
Se acepta que no
hay ningún tratamiento eficaz para eliminar el parásito del huésped, aunque la
eliminación de los signos clínicos puede obtenerse por medio de los siguientes fármacos:
ACCION
|
FARMACOS
|
DOSIS (MG/KG)
|
VIA
|
INTERVALOS DE TIEMPO
|
DURACION
|
Antiprotozoario
|
Aceturato de diminaceno
|
3,5
|
IM
|
No
|
1 día
|
Hemoparasiticida
|
Dipriopionato de imidocarb
|
5-6
|
SC
|
Cada 14 días
|
Única dosis
|
Antibiótico sistémico
|
Trimetropin-sulfa
|
15
|
VO
|
12 horas
|
8 días
|
Antimalárico sintético
|
Pirimetamina
|
0,25
|
VO
|
24 horas
|
3 días
|
Aunque la respuesta
al tratamiento suele ser buena, la mayoría de perros vuelven a tener recaídas a
los 2-6 meses del tratamiento.
RECOMENDACIONES
Ø Es
importante mantener limpia la casa. Aspira con frecuencia alfombras y
tapetes, especialmente los lugares ocultos (debajo de los sillones y otros
muebles). También debes mantener limpias la cama y la casa de tu perro.
Ø En
la medida de lo posible evita que tu perro transite por lugares con hierba alta y terrenos
abandonados. Si tienes un jardín, mantén la hierba corta para
reducir el riesgo de garrapatas. Y si ya había garrapatas, contrata un servicio
de fumigación para eliminar esos parásitos.
Ø Si
tu perro suele salir al campo o pasear por lugares abandonados o con hierba alta, revísalo bien cada vez que
vuelvan del paseo.
Ø Tras
detectar las garrapatas y eliminarlas, si se observa en el perro síntomas como:
decaimiento, inapetencia, o pérdida de peso, consultar al veterinario
inmediatamente para que le aplique el tratamiento adecuado, antes que se vuelva
un problema más serio.
Ø
Consultar con el veterinario sobre un método preventivo, para
evitar la aparición de garrapatas. (collar, pipetas para la piel, Etc…).
BIBLIOGRAFIA
Ø Fraile, A (2014). Hepatozoon canis. Evaluación citológica. Disponible
en: http://vetblog.vetjg.com/hepatozoon-canis-evaluacion-citologica/
Ø James, S.P On a parasite found in the
whire corpuscles of the blood of dogs. Sci. Mem. Med. Sand. Dep. Gort. India. 14, 1905. Citado por Craing, 1984
Ø Hepatozoonosis
canina. Estudio retrospectivo de 8 casos clínicos. J. Cairó er al. Vol. 14, n.o
l, 1994
Ø Dr.
Leonardo, Sepiurka & Dr. Sebastián A. HEMoPARÁSITOS TRANSMITIDOS POR
GARRAPATAS, 1º PARTE - INTRODUCCIÓN TEÓRICA. Disponible en: http://www.veterinariosenweb.com/revista/capitulo13/nota2.html
Ø REDVET Rev. Electrón. Vet. Vol. VIII,
Nº 5. (2007). Reporte de casos clínicos con Hepatozoon canis en el Centro
Médico Quirúrgico Veterinario de la Universidad Cooperativa de Colombia.
Disponible en: http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n050507/050705.pdf
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